El Real Club Mediterráneo ha adquirido tres nuevas yolas de mar, que se presentaron el pasado sábado en el hangar de remo de la Casa de Botes. Se trata de una decidida apuesta por este tipo de remo y en el que ya se han cosechado los primeros triunfos deportivos en 2011, como un subcampeonato del Mundo en categoría absoluta ganado por Juan Cáliz y Adolfo Ferrer. El remo de mar se une así a las modalidades tradicionales que se practican en la Sección de Remo del Club, como son el olímpico, la jábega o el llaut.
Las nuevas embarcaciones son dos cuatros y un doble scull que se han adquirido con la colaboración económica de los remeros veteranos. Según explicó Manuel Rodríguez, capitán de Remo, durante la presentación de estos barcos “empezamos la práctica de esta modalidad con un doble scull y con las nuevas adquisiciones, tenemos ya parte de una flota. Nuestro tronco será siempre el remo olímpico, pero estamos abiertos a todo y con mucha ilusión en el futuro del remo en Málaga”.
Por su parte, el presidente del Real Club Mediterráneo, José Agustín Gómez-Raggio agradeció a los veteranos que han participado en la compra de las yolas porque “es una forma de hacer también Club. Este es un Club de remo, el más antiguo de España. Nació como tal y queremos seguir creciendo en todos los aspectos. Esta nueva modalidad que estamos practicando nos va a dar mucho juego, como ya se demostró en Bari ganando un subcampeonato del Mundo”.
También Félix Gancedo, un histórico remero y campeón del Mundo de Vela, relató que comenzó a practicar el remo con 15 años. “Desde entonces me enamoré de este deporte por el espíritu que traslada tanto a los remeros socios como a los afiliados deportivos. Se trata del aprendizaje de la nobleza, del sufrimiento y del compañerismo, que nos enseña a vivir de una determinada manera”, concluyó.
El remo de mar es una modalidad muy parecida al olímpico y que cuenta con una amplia tradición en Cataluña y en bastantes países europeos, como Italia, Inglaterra y Francia. En Málaga, se ha comenzado a practicar recientemente y resulta muy adecuado para las condiciones de la ciudad, que carece de ríos navegables o amplias zonas de aguas tranquilas, lo que obliga a practicar el olímpico dentro del propio puerto.
La embarcación de remo de mar permite la práctica de este deporte en cualquier condición de mar, ya que está diseñada para navegar y sortear el oleaje; incluso, entrando en medio de las olas. El barco es más ancho y pesado que el olímpico, con la proa levantada y preparado para que el agua salga por la popa.
